En las páginas de un libro te veo.
Apago la luz y sueño contigo,
porque los sueños están permitidos
en mi hora del sueño.
Repaso a oscuras tu geografía
y soy libre en tu cuerpo,
hasta que al final me quedo dormida
flotando en tu sonrisa.
Y entonces, qué bonitos
son nuestros silencios.
(Poemario, Al Calor de la Idea)
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