A mi vida vine sola,
a mi muerte sola voy.
Y en medio quedas tú,
pequeña niña mía,
engarzada en mis poemas;
latiendo en la tinta negra
que llena la página blanca;
amiga de la noche;
enamorada de la mañana;
vestida de hojas secas;
olvidada en un cielo gris;
llorando por el frío de una noche congelada;
buscándome en el recuerdo
del aro que dejó encendido mi pensamiento,
donde sabes que te espero
convertida en brisa, en beso, en llama.
(Poemario, Al Calor de la Idea)
"...llorando por el frío de la noche..."
ResponderEliminarMuy bonito.
Un saludo
Gracias, Jaclo. ¿Eres Poeta? ¿De dónde eres?
ResponderEliminarUn beso.