Cuando dos planetas se miran, dos seres se enamoran.
El amor tiene tu cara.
Dime cómo quieres que sea el día
y yo lo crearé de noche,
para dártelo por la mañana.
Dime cómo quieres que sea la noche
y, en la esquina de la vida
donde se venden los sueños,
te compraré los mejores.
Dime cómo quieres que sean las horas
y los minutos serán arco iris de eternidad.
Dime cómo quieres que te quiera
para que en tus ojos no brote el desamor.
Pero mírame cuando lo digas,
que respiro inmortalidad,
cuando tus ojos me miran.
(Poemas sueltos, Mara Romero Torres)
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