Siguiendo un mapa de versos
que emite mensajes cada cierto cuando,
esta larga ausencia,
tan larga y seca,
crece en los silencios obligados
bajo una lluvia llorosa
que afina y perfuma el callado pensamiento
de un nocturno caminar sin ruta.
Las luces de la ciudad están encendidas
y desde mi coche miro la quietud de las calles solas.
Los colores de los semáforos practican el dar paso a nadie
en un juego autómata que lleva programada su inercia.
Mañana será otro día y la ciudad será de todos;
pero esta noche las calles me pertenecen
y en sintonía con el limpiaparabrisas y el leve rugir del motor,
marca su compás un corazón de poeta.
¡Qué maravilloso poema! Maravillosas imágenes.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo. Es un honor para mí este comentario que viene de una persona que admiro... ¡Gracias!
ResponderEliminarUn abrazo desde Granada.
Mara
Creo que tengo un reto por delante.Tu amiga,me has motivado lo suficiente,para no perder tus rastros.Eres muy valiosa,escribes hermoso.Un abrazo,carlos
ResponderEliminar¡Gracias, Carlos!... ¡Bienvenido a mi rincón de encuentros!Es para mí un orgullo y un honor que hayas venido para quedarte... ¡Gracias!
ResponderEliminarUn beso, amigo