Sonríe, mi amor, sonríe
porque están en pie los poetas;
esos de cuerpo caduco
y de alma eterna;
los que llevan en su voz
la flor viva de tu llanto
y dan color a la quimera.
Cuando la tristeza de tus ojos
se refleja en los charcos de la vida
que tus pies cansados pisan,
busco los carros de barro que borraron tu sonrisa
y voy del pasado al mañana
desde el hoy que puso en tus manos
un insomnio de sueños y fatigas viejas
que no se hicieron para ti.
Ya no hay camino largo
si el camino se ha empezado
y en este mundo deforme
que el dorado ha desviado,
si tú te caes yo me caigo
y en levantándote, me levanto.
Si la forma está obsoleta,
buscaremos otra forma
que acabe con la pobreza
de los cuerpos y las mentes.
Toma mi mano,
apriétala fuerte
que lleva voz de poeta
y quiero que entremos juntos
en la esperanza
que tiene la puerta abierta.
Sonríe, mi amor, sonríe
porque están en pie los poetas.
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