lunes, 16 de mayo de 2011

Miguel Ángel Yusta y Marisa Peña me regalaron un poema en Granada



 Poema para Granada

Granada, Granada mía
qué triste voy a dejarte
después de pasar dos días
que serán inolvidables.

Granada, Granada mía,
Granada de hermosas tardes,
poetas de amistad llena
de poemas y romances
hemos venido a tus puertas
y no vamos a olvidarte.

Granada, Granada mía,
Granada de hermosas tardes,
te llevamos en el alma
y allí siempre has de quedarte.


Autores: Marisa Peña y Miguel Ángel Yusta
Este poema lo escribieron entre los dos en la contratapa del folleto de la cena del IV Encuentro de Poesía en la Red. Me lo regalaron como recuerdo. ¡Hermoso recuerdo y grandioso gesto! Os paso el poema para que lo conozcáis. Con el original, escrito de su puño y letra, me quedo yo... ¡GRACIAS AMIGOS DE MI HUMILDE ALMA POÉTICA!



martes, 3 de mayo de 2011

Poema a Gonzalo Rojas, poeta y académico chileno

Gonzalo, los ecos de esta mañana van repasando tus huellas para comprobar que ninguna cae en el olvido. Te escribo en presente, porque en presente te quedas. No puede haber pasado cuando el lazo que conecta las almas es la poesía y en la tuya existe un lazo fuerte de vida.
Con tu gorra de marinero y tu siempre sonrisa, surcaste los ríos de la tierra que bañaban las piedras de tu Océano y de tu realidad brotó la sub-realidad iluminada al son veraz del relámpago. El mismo que en su fugacidad y alquimia secreta te hizo ver la belleza, profundidad y fuerza del lenguaje y conectó mirada y sonido de Naturaleza externa con el yo interior semejante que te hizo diferente al resto de los mortales y similar a los inmortales que plantan su semilla en la tierra.
Estando tus ojos llenos de belleza vital, surcaste con tu barca poética la vida, la muerte, el amor y el erotismo, manejando con firmeza el timón del humor y la ironía. El silbido del viento guió tu travesía y anuló el sonido de los cantos de sirenas que, vencidas por tu irreverencia e inconformismo, no pudieron desviar el rumbo de tu camino. El mar y el viento conspiraban a tu favor, suele ocurrir con aquellos que traspasan la bruma y vienen a convertirse luego en brisa de espuma.
Para alguien que se va es importante lo que se lleva, pero es más importante aquello que se queda. Y queda en ti una residencia de estudiantes donde hallan su morada los dioses. Hoy el mundo repasa tus premios, yo te agradezco tu Herencia.

Poema para José Zúñiga, publicado en Arte Fénix

¡Corre, tinta!
Que no son las cinco de la tarde ni el sol tiende un capote de grana y oro sobre la arena de la vida.


¡Corre por la noche y atraviesa el día!
Atrapa la voz del viento, antes de que su imagen se pierda en el ocaso, y llévale su guitarra.


¿Cómo va a surcar los cielos, si no la lleva de barca?


De sus cuerdas se fugaban las ferias de vanidades y, amando a esa mujer de madera, cantó a la libertad.


¡Corre, tinta!
No te detengas y escribe seguido en rojo, amarillo y malva para que en el Arco Iris José ponga los colores que en la tierra faltan.


Juntando haces de amor,
Osado cual los valientes,
Supo vivir y morir
Enhebrando puño y dientes.


Zaranda usó para cribar
Utopías de realidades.
Ñandubay incorruptible
Incendiado de verdades,
Ganó al truco la partida
Aguijando potestades.


Y de la empírica fosa que calcinó sus sueños, emergió su fe para creer: 
en ti, en mí y en el nosotros vivificante de su último poema;
en la vida meritoria de ser vivida… aunque se acabe al instante;
en la alegría de la amistad compartida;
en lo perdido y ganado… en el hombre incorruptible que firma ilusión sobre la incertidumbre
y en el que, musitando su credo, crea la necesidad de creer
haciendo crecer la música de sus versos en la orilla del camino, plagado de sonrisas y ternura,
que ha dejado.