En los borrones de la tarde,
un pajarillo solitario revolotea en la luz precipitada
de una farola gris. Al compás de sus alas,
me busco en tu recuerdo. Quizás esté
en las cosas que no pesan,
en su paso inadvertido,
en eso que se siente sin saber su nombre
y que aletea, cercana ya la noche,
como ese pajarillo sin manada.
Si estoy, tendré sentido.
Si no estoy, habré vivido.
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